Charla-encuentro: mi mente, la gran ilusionista

Cuando de una forma continuada se repiten estados mentales, éstos generan estados de ánimo, que se estancan y que a su vez generan reflejos en mi cuerpo físico.

Mi cuerpo es un reflejo de aquello que he sostenido en el tiempo (y que no debería) y mis emociones son un reflejo en momento presente del estado de mi mente/pensamiento.

Observando mis emociones y mi mente, reconociendo aquello que me daña, y actuando sobre ello, accedo a un estado de equilibrio y armonía. Tengo que acceder a aquellas emociones o estructuras mentales que me tienen enganchado, darme cuenta que soy 100% responsable de ellas y transformándolas. Cuando me doy cuenta que yo las creo y que ellas crean todo lo que sucede en mi vida tomo plena RESPONSABILIDAD y ACTÚO al respecto.

Pero no me doy cuenta de cuales son esas estructuras. Mi tendencia natural es a decir: “mira, este ya ha dejado el baño hecho una mierda” o “mi compañero de trabajo vuelve a colgarse” o “que solo/sola me siento” o “ya esta este enganchado al móvil y no me hace ni caso” o “esto no debería ser así” o “yo se como solucionarle el problema” o “seguro que este me la pega” o “que cabrón, me está fastiando la vida” o, o, o …. Todos estos pensamientos están totalmente justificados (y creo que tengo toooda la razón) desde mi manera de pensar. Pero son un engaño de mi mente para precisamente justificar esta manera de pensar que no veo y sostener mi Ego. Si tengo una mente que juzga, buscaré, y obviamente encontraré, muchas cosas que juzgar, criticar, cambiar, sobre las que opinar, etc. para precisamente poder justificar mi mente “juzgante”. Si mi mente no tubiera esa estructura de base, no vería lo mismo. Si tengo una mente desconfiada y tengo miedo, veré y viviré situaciones de miedo, desconfiaré de personas, estaré a la defensiva, … y fruto de esa actitud inicial de miedo y desconfianza viviré sus efectos que me servirán para justificar y sostener mi miedo inicial.

Mi vida es una proyección de mi mente.

¿Qué hacer?

Lo primero: Honestidad y Humildad, para abrirnos a la posibilidad de que todo aquello que juzgamos de forma “justificada” sea “falso”.

Y lo segundo Amar y Responsabilizarnos de todos esos procesos mentales que tenemos y de sus emociones asociadas que nos “esclavizan” para poder transformarlos.

“La enfermedad es el esfuerzo que hace la vida para sanarnos”. Nuestro crecimiento pasa por des-cubrir lo que hay detrás de la enfermedad y transformarlo. Tan solo abrazando aquello que nosotros mismos hemos “enquistado” mental y emocionalmente podremos desactivar el aviso que nos da el cuerpo.

La idea de la charla que es podamos ver casos y comentar ejemplos reales para que podamos ver el funcionamiento real de nuestro cuerpo y para que sirve realmente.